· El Sol
· Sirio
· Pólux
· Arturo
Tome cinco minutos de su existencia, y utilizando la imaginación, perciba el tamaño de la tierra en este gráfico.
Luego, intente percibir el impacto y la magnitud de la vida humana en estas dimensiones de tiempo y espacio que proponen las estrellas.
O bien de la historia (en espacio-tiempo) de uno de nosotros dentro de los parámetros de esta dimensión. Simplemente... un infinitésimo gránulo de polvo de estrellas.
Ahora bien. Dentro de estos cinco minutos de reflexión, observe utilizando los parámetros de la dimensión de las estrellas, alguno de los problemas que impactan en su vida. Intente darle un lugar de existencia. Rápidamente verá que son más pequeños que nuestra persona dentro de esta escala.
Entonces... porque nos encerramos en cada uno de nuestros problemas como si fueran lo único que existe? Siendo que existen hace mucho menos tiempo que el Sol (el mas pequeño de los puntos de la escala) y van a durar relativamente menos de lo que dura nuestra vida...
¿Porque lo vivimos como si fuera para siempre, lo único y lo peor que nos puede pasar?
¿Será por miedo?
¿De donde provienen los miedos?
Las respuestas están en nuestro interior. Hay mucho por descubrir. Lo que si podemos decir es que: si son lo único que tomamos como referencia, nos llevan a olvidar la verdadera raíz de nuestra realidad y nos terminan encerrando en un círculo de pánico y angustia que puede paralizarnos.
También cuando los sabemos escuchar, los miedos suelen ser buenos impulsores frente a los peligros para ayudarnos a reaccionar.
Una vez pasada la situación, sobre todo si fue muy conmocionante, quedan secuelas en el cuerpo y en el ánimo.
Estas marcas, quedan en la psique esperando que alguna nueva vivencia las vuelva a tocar, nos las recuerde y luego volvemos a reaccionar, influenciados por las vivencias pasadas.
Y así vamos girando y girando en círculos.
Hasta que en algún momento paramos y nos empezamos a preguntar ¿para que - otra vez - me sucede una situación terrorífica?
Cuando aparece la pregunta, cuando no nos dejamos de guiar solo por el miedo y necesitamos encontrar una reflexión que nos ayude a relativizar un poco la situación que nos aqueja, aparece la posibilidad de salir del miedo y alcanzar el crecimiento. Las marcas de las situaciones vividas son mensajes a decodificar, dándoles un nuevo significado. Ahí es cuando necesitamos mirar hacia arriba y el parámetro de las estrellas es infalible. Nos permite abrirnos a la realidad inalterable de que somos pequeños. Que hay fuerzas mayores que nosotros dispuestas a darnos una guía mas experta y amplia de la que jamás imaginamos si buceamos en las honduras que habitamos. Animándonos a escucharlas a través de nuestra voz interior y a actuar en coherencia.
Es por eso que probablemente en medio de una situación caótica. Mirando las estrellas, recordando nuestro lugar relativo dentro del universo, nos resulte mucho mas sencillo parafrasear la Simple Oración de San Francisco de Asís (tengamos la religión que tengamos). Pidiéndole a las fuerzas de Luz del Universo, podamos decir con serenidad:
Maestro, ayúdame a despertar del miedo para que yo busque primero:
Consolar (para luego ser consolado);
Comprender (para luego ser comprendido);
Amar (para luego ser amado).
Así comprenderé que:
Dando: se recibe;
Perdonando: nos perdonan.
A través de la muerte aprendemos a valorar y discernir lo Inalterable.
Esta a la vista que somos ignorantes de nuestra propia escala vital y tenemos poco impacto cuando nos vemos en relación a las estrellas... ¿cuanto mas necesitamos? para recordar que solo Somos.